Faltaban algunos minutos para las 18 horas del lunes 13 de agosto de 2012 cuando los médicos del Hospital Cullén de Santa Fe asistieron por última vez a David Fernández en busca de salvarle la vida pero no pudieron. El joven de 18 años que un día antes se había disparado en la cabeza había muerto.
Miguel David Fernández era el segundo de los 10 hermanos Fernández nacidos en Santa Fe de los cuales Leandro,
el jugador de Independiente que anoche le dio la victoria a su equipo
ante Colón, es el mayor y Brian, el ex jugador de Racing que hoy viste
la camiseta del equipo La Calera, de Chile, es el tercero.
Aquel domingo 12 de agosto de 2012 David pilotaba su moto cerca de las 10 de la mañana por las calles de Santa Fe cuando al llegar a la intersección de Urquiza y Juan de Garay embistió un automóvil
que era conducido por una mujer y a continuación otra persona que
pilotaba una moto también quedó involucrada en el incidente al no poder
maniobrar para evitar el impacto.
Allí, en momentos en que las dos motos quedaron tiradas en la calle y
la conductora del auto impactado en primera instancia se disponía a
bajar del mismo, David sacó un revólver calibre 22 que llevaba en la cintura y se disparó en la cabeza, quedando en un estado desesperante por el cual agonizó durante 30 horas hasta su deceso en el Hospital Cullén.
Al momento de los hechos David iba vestido con una campera deportiva de Colón de Santa Fe,
el club del que toda la familia es hincha y al que ayer, por esas
coincidencias difíciles de explicar su hermano Leandro, el mayor de los
10 Fernández, le convirtió el gol del triunfo de Independiente.
EL DÍA MÁS TRISTE
En septiembre de 2015 el jugador de Independiente que entonces vestía la camiseta de Godoy Cruz contó al diario Los Andes: "El golpe más duro de mi vida fue la muerte de uno de mis hermanos. Hoy tendría dos años menos que yo. Se suicidó en Santa Fe, en 2012. Yo
estaba concentrado con Ferro y una hora antes de irme a jugar me llamó
mi mamá para avisarme. Fue el día más triste de mi vida. De aquel momento tengo más fuerza para salir adelante. A mi mamá la muerte la afectó muchísimo,
pero siempre estuvimos todos para acompañarla, hasta el día de hoy. Con
mi papá, que vive en Santa Fe, no tengo mucha relación".
La muerte de David le quitó a esa madre a uno de sus 10 hijos. El primero es Leandro, luego vino el propio David y más tarde llegaron Brian, Nicolás, Melanie, Juan Cruz, Priscila, Valentina, Tomás y Martina. El tercero, Brian, es también un nombre conocido para el público futbolero argentino pero es, fundamentalmente, un chico que lucha por escapar de sus pesadillas.
El delantero se destacó por su talento en sus inicios en Defensa y Justicia, allá por 2012. En 2015 pasó a Racing y allí comenzó el calvario del que intenta recuperarse.
En junio de ese año dio positivo en un control de dóping tras un
partido con River. La noticia era decididamente mala pero no suficiente:
esa semana daría positivo otra vez en un control que se le realizó
luego de un compromiso ante Guaraní de Paraguay por la Copa
Libertadores. Por esta doble falta recibió cerca de un año de sanción y,
cuando se acercaba el tiempo de volver a jugar, el Tribunas Arbitral del Deporte (TAS) decidió extender el castigo por seis meses.
Infobae
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