Ariel Holan
tiene nueve días para preparar a su equipo para uno de los
partidos más trascendentes del año. Luego del choque con Colón, en Santa
Fe, que significó el primer triunfo oficial del año, el próximo
enfrentamiento de
Independiente
será ante
Gremio,
en el Libertadores de América, el miércoles de la semana que
viene, por la ida de la Recopa. El duelo con San Lorenzo, que estaba
programado para el sábado, será postergado, por lo que el Rojo ahora
solo apunta a la conquista de su segunda copa internacional luego de la
obtención de la Sudamericana. Holan, en ese lapso de tiempo, será quien
deba administrar la abundancia ofensiva que tiene su plantel. Nueve días
que le servirán para equilibrar una pretemporada que fue más breve de
lo que se esperaba.
La mayoría de los refuerzos de Independiente llegó sobre el final del
mercado de pases. Silvio Romero y Fernando Gaibor, las dos
incorporaciones de mayor calibre, se sumaron con el campeonato ya
comenzado. Por eso Holan quiere aprovechar estos días previos a la
primera final con Gremio para pulir el funcionamiento de un equipo que,
aunque el último fin de semana le ganó a Colón de visitante, todavía
necesita subir algunos escalones para alcanzar el desempeño conseguido
el año pasado. Para ganarle al último campeón de la Copa Libertadores,
el nivel tendrá que ser alto. No le alcanzará con menos.
"Hubo muchas cosas positivas. De a poco vamos recuperando
la línea. Ante Colón las variables estadísticas fueron buenas. Pero, de
todos modos, tenemos que seguir creciendo como equipo. Hay que
recuperar la solidez que tuvimos en su momento, sobre todo cuando
atacamos. Las transiciones nos están costando: nos crean dificultades a
nuestras espaldas", reconoció el DT. Sobre la ansiedad a la hora de
definir, algo que redujo la eficacia de Independiente, dijo: "Con el
correr de los partidos vamos a ir agarrando ritmo, estoy convencido de
que la precisión va a mejorar".
Diario La Nación
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