Azar o ineptitud, de eso se trató la polémica de las últimas semanas entre nosotros, hablo claro de la capacidad o de la suerte que necesita un jugador cuando está frente al arco en posición de gol: plata o mierda, la gloria o Devoto dirán algunos.
La ineficacia, hasta antes el domingo era alarmante fuera por la causa
que fuere. Lo que sí se puede concluir ante tantas voces que se han escuchado
de toda esta suerte de opinólogos que pululan en los distintos medios, y que encerraban
entre sus divagues las más diversas hipótesis sobre el tema, que incluían hasta
forma de alimentación de los deportistas, corte de pelo e indumentaria de los
mismos, brujas, sapos enterrados detrás de los arcos por hinchas de
instituciones rivales y demás, entre los que por supuesto me incluyo. Es que si
el dilema es la suerte que es esquiva cuando se patea hacia los tres palos,
esta sola va a cambiar por una cuestión estadística con el paso de los partidos,
y las que pegan en el palo y salen en algún momento van a pegar en los mismos e
irse para adentro.
Ahora, si el problema hubiera sido por impericia de
los delanteros la cosa iba a ser más complicada, el entrenamiento puede dar una
mejora en cuanto a posicionarse distinto o resolver con mayor tranquilidad y en
menor tiempo. Se puede lograr más efectividad, pero si lo que le falta al que
le queda de cara al arco es talento y en medio segundo deben tomar la decisión
sobre qué hacer y no sabe, la cosa empieza a complicarse.
Pero cómo es el fútbol!! Como puede cambiar todo en un
instante, es lo que pasó el domingo en Paraná, "se abrió el arco"
"gran efectividad de los Rojos" dicen los eruditos en el tema que
hasta la semana anterior vislumbraban un panorama negro, fue como si un caño
que estuviera obstruido se hubiera destapado de repente, y como el agua los
goles empezaran a fluir, y sí, entraron todas.
El fútbol también es un estado mental, lo vemos en el
caso Rigoni que supo tener un bajón importante durante la era Milito. Parece
que Holan ha sabido recuperarlo. Cuanto razón tenía Marcelo Gallardo que tanto
se esforzó por llevárselo para Nuñez, y un poroto a favor de nuestros
directivos que ignoraron la propuesta riverplatense y del mismo Ariel que hizo
fuerza para que se quedara. Cuarenta veces vistió Emiliano la Roja y lleva diez
goles convertidos, siendo volante parece una cifra más que interesante.
"Todavía no llegó a su techo" declaró el DT al finalizar el partido.
Se dice que en los dos últimos encuentros de
Independiente hubo emisarios italianos observándolos a él, a Barco y a Benítez.
Ojalá que podamos disfrutarlos un poco más y que la
necesidad de divisas no nos haga desprendernos de ellos.
Se ganó y goleó en Paraná, el humor cambió, habrá que
refrendarlo de local con la presión de la gente y con uno de esos equipos que
se meten atrás y no te dejan ni pensar como va a ser Atlético Rafaela.
Será otra prueba, el domingo se vivió una situación
ideal, como la que todo hincha imagina para vivir sin sobresaltos el partido con el Rojo,
fue como la presión de la gente de Independiente exige: que se empiece a ganar
a los tres minutos para que no nos gane la impaciencia ni a hinchas ni a
jugadores, los otros 87, los dedicamos a disfrutar, después de todo ese rato
que dura el partido cuando se da de esta manera no sólo es mejor sedante si no que es lo que nos hace felices el
resto de la semana.
Dr. Liberto Giovetti
Sangre Roja
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