Sangre Roja

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Alberto Eirin, Fabio Candelabro, Daniel Martinez y Litto Giovetti

lunes, 5 de diciembre de 2016

La columna de Independiente: Golpe de suerte por Román Failache

Se ganó como sea. Si antes del partido con River le decías a cualquier hincha que firmara una victoria de este tipo, en medio del hostil contexto que ambientó ayer al Libertadores, y después de perder un clásico tácitamente casi obligado, lo hacía sin ni siquiera pensarlo. Pero ojo: tampoco hay que escupir para arriba.


Quedarse solamente con el análisis simplista de que Independiente le ganó a un rival que nos tiene de hijos -porque es así- y lucir refulgentes hasta el próximo domingo no esconderá la defraudante actuación futbolística del equipo. Milito pateó el tablero, oyó las miles de críticas que le pedían que cambiara el esquema y dispuso un 4-4-2 que sólo se limitó a tirarle centros a su doble nueve y a apostar por las jugadas de contragolpe. Las salidas desde el arco, que comúnmente ponderaban la posesión por abajo, se sustituyeron por los interminables pelotazos de Figal al campo contrario y así pasó el tiempo. Todo ese uso de lo ancho del terreno y el juego de posesión desapareció para darle lugar a un conjunto corto, que luchó por la segunda jugada luego de que la aguantara o peinara Vera. El argumento de que "el proyecto necesita tiempo" se cambió por el "salgan y ganen como puedan", un manotazo de ahogado que contradijo a los ideales del entrenador. Siempre es preferible respaldar un camino que uno crea sólido y darle tiempo y rodaje para generar una identidad, que era lo que se venía haciendo, por más que los intérpretes fueran los inadecuados. Claro que, esta vez, la presión por obtener los tres puntos era muy fuerte como para priorizar el modo de juego que se pregonaba anteriormente. Golpe de suerte para Milito: el resultado lo favoreció. Pero, de nuevo, ojo: tampoco hay que escupir para arriba.
Dentro de las individualidades, los que se destacaron fueron los pocos regulares de siempre: Campaña, oficiando de redentor una vez más; Vera, que ayer pudo plasmar todo su recurrente esfuerzo en un gol; Tagliafico, gracias a su constante e indiscutible entrega; Meza tuvo un buen ingreso, dándole aire a la ofensiva cuando más lo necesitaba; y la sorpresiva aparición de Fabricio Bustos, un chico de la Reserva que jugó con hambre y fue de lo más destacado de Independiente. En la promoción de los juveniles del club y las dos "incorporaciones de jerarquía" que saldrán a buscar en el próximo mercado, según Pablo Moyano, tiene que estar el recambio de cara al próximo semestre.
La gente y su "Milito no se toca" ya le dejaron en claro su deseo a los jugadores (y a los dirigentes). Por lo pronto, habrá que tratar de cosechar la mayor cantidad de puntos posibles ante Colón y Banfield, y rearmar el equipo desde sus bases en la pretemporada: darle un sentido y una identidad al proyecto, establecer el esquema y su desarrollo, y no interrumpirlo. El balance no arrojará buenos números desde lo estadístico, pero sí producciones futbolísticas que dieron qué hablar y que tuvieron su pico en partidos como contra San Lorenzo, Rosario Central o en la serie ante Lanús. En sostener un paradigma estará la clave para resurgir, y qué mejor que hacerlo de la mano de alguien de la casa.
@rfailache

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