La maquinaria de propaganda un día tenía que fallar, y falló por el Arq Claudio Pezzi

La maquinaria de propaganda un día tenía que fallar, y falló. NUNCA el estadio estuvo terminado y SÍ tiene severos vicios de construcción, tal como lo venimos marcando desde 2014. No voy a repetir hoy cosas ya dichas a través del tiempo sobre los problemas estructurales que tiene el Libertadores de América.

Simplemente quiero dejar en claro que, como en mi caso por ser un socio y por mi condición de profesional de la construcción, estoy habilitado para opinar sobre este tema específico. Y que no iba a poner mi trayectoria y honorabilidad en juego si no hubiese estado muy seguro de lo que estaba exponiendo. He soportado desde siempre, en silencio, destratos de parte de gente del club que poco podía (y debía) opinar, y subestimaciones de quienes sí podrían haber echado luz definitiva, los profesionales a cargo de los trabajos. Pero quiero en este caso dirigirme, respetuosamente, al Sr. Pablo Moyano. “Qué querés con ese tipo, si estuvo con Cantero” (sic). Textual, esta frase fue dicha en un reportaje radial en los tiempos en que este tema estuvo sobre el tapete (allá por 2015) tratando de minimizar la situación. O mejor dicho, tratando de ocultarla. Ahora sólo quiero aclararle que su opinión sobre mi persona no cambia el hecho de que soy un socio igual que Ud., con los mismos derechos y obligaciones. Que opino libremente con datos verificados, con total conocimiento de los temas que sí me incumben y sobre lo que creo puedo aportar. Quedo a su entera disposición si Ud. lo estima necesario, y tal vez cambie de opinión. Por suerte, el tiempo es el único juez que pone las cosas en su justo lugar. Ahora bien, algunos dicen que las fotos no son actuales como forma de volver a minimizar este tema. O defender lo que a esta altura es indefendible. Cambia algo si son de hace uno, dos o seis meses? NO. Porque el problema no está resuelto desde su origen. Apenas son falsas reparaciones mediante unos parches transitorios (como tantos otros hechos desde siempre), que volverán a fallar una y otra, y otra vez. Y cada vez que a la tribuna se la someta a cargas dinámicas intensas (ocupación con gente saltando a destiempo, en el mismo momento). Ahora que parece estar de moda revisar gestiones de “notables” socios en el Tribunal de Ética, sería interesante que por esta vía se estudie la posibilidad de llegar a la verdad sobre este despropósito del alguna vez llamado “Estadio Inteligente”. O también “El mejor estadio de la Argentina”2