Sangre Roja

Sangre Roja
Alberto Eirin, Fabio Candelabro, Daniel Martinez y Litto Giovetti

jueves, 15 de febrero de 2018

A Independiente le sobró corazón pero al final se quedó sin pulmones por Pablo Vignola

Volvió a regalarle un gol al rival y jugó más de una hora con diez por la expulsión de Gigliotti. Así y todo, mientras tuvo energías, fue superior al campeón de América. En una semana se jugará la revancha en Porto Alegre. 

No se notó que en Avellaneda estaba jugando el campeón de América. Ni siquiera cuando, muy temprano, Independiente se quedó con diez. De hecho, la ventaja que encontró Gremio sobre los 21 minutos de la parte inicial, llegó gracias a un grosero error defensivo con responsabilidad de Amorebieta, con un pase a Franco que le quedó corto, Luan se llevó la pelota, encaró a Campaña y, al pifiar su remate, descolocó al arquero y mandó la pelota al fondo.
El otro tiro al arco de Gremio en esa primera parte, fue un tiro libre mal sancionado por el árbitro, por una falta inexistente de Meza.
El resto, fue todo de Independiente que, a medida que fue calentando motores empezó a mostrar su mejor cara. Un tiro de Domingo que pasó muy cerca del ángulo, un cabezazo de Meza que dio en el travesaño y un centro rasante de Menéndez (el mejor de la cancha) que Benítez no alcanzó a tocar al gol.
Con once estaba mejor. Regaló el gol primero y Gigliotti se hizo echar cinco minutos después; un par de golpes que pudieron haber derrumbado el ánimo del equipo pero, por el contrario, lo potenció. Un rato más tarde, Meza remató de zurda y la sacaron en la línea y, enseguida, un tiro libre de Gaibor se desvió en Cortez y se transformó en el empate.
En la segunda parte, aún con diez, Independiente siguió asumiendo la iniciativa. El campeón de América, desbordado, trataba de enfriar el juego y abusaba demorando las acciones. Menéndez siguió siendo la llave del desequilibrio del Rojo sobre la izquierda, Meza creció con la pelota y Benítez inquietaba.
Pero el gran esfuerzo físico le empezó a pasar factura al Rojo. El ingreso de Alisson le dio más control de la pelota a Gremio y, de a poco, el equipo brasileño empezó a acercarse al área de Campaña que tuvo que esforzarse para evitar el segundo en una jugada en la que Amorebieta terminó salvando sobre la línea.
Holan mandó a Fernández primero y a Jonás Fernández después, pero ya las energías estaban flaqueando. Así y todo, Independiente generó un par de aproximaciones como para volver a anotar. Para entonces, el empate comenzaba a tener un buen color para los de Avellaneda que, en siete días, jugarán la revancha en igualdad de condiciones numéricas.
Independiente dejó una buena imagen en una primera pelea que, de haberse definido por puntos, como en el boxeo, le hubiera significado el triunfo. Pero se definió por errores, y el Rojo los sigue pagando muy caro: cometió dos y se quedó sin el festejo que esperaba tener en casa.

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