El DT de Independiente, medido tras la victoria por penales ante Racing, espera que lleguen los refuerzos ecuatorianos.
Un típico partido de pretemporada. Así calificó Ariel Holan al primer clásico que en la lotería de los penales favoreció a Independiente y le permitió cortar la fatídica racha de nueve años y diez partidos sin festejos,
con cuatro empates sin goles y seis victorias de Racing desde el 4-0
(tantos de Darío Gandín -2-, Hernán Fredes y Patito Rodríguez) en Mar
del Plata, por el pentagonal de verano 2009.
Sin restarle
mérito, el DT intentó atenuar los efectos de la euforia de los hinchas
por haber ganado el clásico. “Debemos tener muy en claro que solo fue un partido amistoso
y no ir más allá de eso. Estos momentos son de preparación y hay que
focalizarse en el juego, prestándole atención a lo que se debe y puede
corregir”, dijo.En su análisis, fue tajante. “Jugamos 90
minutos de un saque, casi sin respiro. No es fácil regular las cargas y
más cuando uno tiene estos compromisos, que son inconvenientes porque el
foco está puesto en la Superliga y la Recopa. Hicimos un muy buen
primer tiempo, después sentimos un poco el esfuerzo y Racing emparejó. Me gustó como presionamos sin la pelota, la verticalidad y lo incisivos que fuimos, con algunos pasajes de buen fútbol”, remarcó.La preocupación también pasa por la lesión
de Alan Franco. Oficialmente se informó que los estudios médicos
arrojaron que el defensor sufrió una distensión en el gemelo izquierdo,
que lo dejará afuera del choque del miércoles ante Central. “Este
esfuerzo sin hacer previamente 90 minutos suelen complicar. Debemos
tener un plantel con recambio que esté a la altura de todo lo que tiene
que enfrentar Independiente”, apuntó Holan, ilusionado con que hoy ya
pueda contar con el ecuatoriano Bryan Cabezas -20 años, el reemplazante
ideal ante la baja de Ezequiel Barco- mientras espera una resolución
(Emelec reclama los avales) sobre el enganche Fernando Gaibor.
Diario Clarín
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