El Rojo sufrió demasiado al final pero mejoró con respecto a
los últimos partidos y se llevó el triunfo. Indispensables tres puntos para
salir de la mala racha. Había que ganar sí o sí…
Falta de contundencia, el principal déficit de Independiente. Porque
el equipo contó con varias situaciones para marcar pero careció nuevamente de
puntería. Desbordó numerosas veces la defensa rival pero le falta ese delantero
centro, como lo tienen Boca y River, que no te perdone. El Diablo hacía todo
bien, tanto Jonás, Meza, Fernández, Benítez, llegaban hasta el fondo, tiraban
el centro atrás pero no había nadie para empujarla. Holan se cansó de pedir por un “9”
pero los dirigentes no lo trajeron.
Hasta que llegó el gol de Maxi Meza. El mediocampista fue una de las
claves de la victoria. Llevó bastante el balón, fue creador de un par
de jugadas, gambeteó y le hicieron faltas en reiteradas oportunidades. Tagliafico
fue otro de los que tuvo un alto nivel. Hizo honor a su partido número
100 con la casaca roja y la rompió. También funcionó el doble cinco, sobre todo
en el segundo tiempo. “Torito” y Domingo marcaron la cancha y fueron
artífices principales de las salidas para los contragolpes del Rojo. Quién
dejó una gran imagen en su debut fue el uruguayo Silva, no sólo
marcando, anticipando sino que a su vez demostró un gran remate de zurda.
Habrá cosas para mejorar. Al Diablo le faltó liquidarlo en el
momento justo. Falló en la definición. Y por eso sufrimos. Pero había que ganar y se hizo. Luego
de tres derrotas, qué mejor que una “Meza” para levantar. A seguir por este
camino…
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