“El fútbol es una manta corta: si te tapás los pies te descubrís la
cabeza, y si te tapás la cabeza, te descubrís los pies.”. Lo dijo hace
mucho tiempo un futbolista brasileño que luego fue campeón como técnico de San
Lorenzo: Elba de Pádua Lima. “Córner mal tirado es gol, pero del rival”. Frase
que pertenece a nuestro archienemigo futbolístico: Carlos Bilardo. Lo cierto es
que las dos aplican perfectamente al partido que se disputó en el Libertadores
de América. Porque el Rojo, sin jugar bien, fue a buscarlo en el segundo tiempo
(tras una primera parte donde no pasó absolutamente nada) y sobre todo en el descuento.
Tuvo tres córners a favor tras los 45 finales. El último, mal ejecutado,
terminó en una contra del rival. El Rojo la defendió pésimo y terminó peor.
Quién hizo los méritos para llevarse el cotejo fue el Diablo. Y por eso
la desazón después de los 90 minutos. Tuvimos las mejores situaciones.
Con el ingreso de Bustos y Martínez en el complemento, Holan apostó a ganarlo
pero esta vez no pudo ser. El partido nos deja interrogantes y confirmaciones. ¿Qué
méritos hizo Erviti para seguir siendo titular? Hay momentos en donde parece un
ex-futbolista. Evidentemente no tiene el físico de hace unos años pero
tampoco velocidad mental. Después: el mal nivel de Barco. Hace
varios partidos que está perdido. Está claro que el rival lo tiene bien
estudiado. Blanco precisa un golpe de horno. Se nota que tiene condiciones pero
le falta animarse, elige mal las opciones dentro del campo. Meza no termina de
convencer. Siempre hace una jugada de más. Debe mejorar porque la dirigencia
pagó mucho por él.
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