La racha invicta en el torneo local con 6 victorias y 5 empates que impulsó a Independiente a la recta final de las emociones, se quedó sin nafta en las últimas presentaciones: las visitas a Aldosivi y Boca,
condición en la que había logrado 8 de sus 12 triunfos en el torneo, le
redujo su cosecha a un punto de 6 y lo marginó de su sueño bonus track
de pelear por el título.
Ahora,
la meta vuelve a ser la que avivó la llama de la recuperación en esta
primera parte del año, lograr un lugar en la próxima Copa Libertadores.
Y en función de ello, Ariel Holan aprovechará la semana sin competencia para recuperar a su maltrecho plantel y levantar el aspecto anímico del grupo.
Para lo primero, ayer se realizó una práctica en la que los tres lesionados, Ezequiel Barco
(traumatismo en la pierna izquierda y esguince de tobillo), Emmanuel
Gigliotti (pubalgia) y Martín Benítez (esguince medio tarsiano),
realizaron tareas diferenciadas y se estima que hoy no tomarán parte del
amistoso programado frente a Independiente de Chivilcoy, a puertas
cerradas.
En
cuanto al factor anímico, tras el ensayo de ayer se realizó el habitual
asado de los jueves con la presencia del presidente Hugo Moyano, el
Chivo Pavoni y Pancho Sá.
A
Independiente le quedan cuatro compromisos para tratar de ubicarse entre
los cinco primeros para lo que, además de sumar puntos, también tendrá
un valor extra mejorar la diferencia de gol para hacer frente a un
eventual desempate. El próximo capítulo será el sábado ante Olimpo en
Avellaneda; luego, el miércoles, visitará a Unión, para jugar, en la
última fecha, de local ante Lanús.
Pero además, el Rojo debe recuperar el juego de la fecha 17, ante Defensa que, tras la última reunión del comité de AFA
se pospuso para el miércoles 28 de junio, una vez finalizado el torneo.
Independiente quería jugar este partido el domingo pero, como Defensa
no tendrá a su entrenador, le pidieron a la dirigencia roja que aceptara
una nueva postergación.
Diario Popular
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