El equipo fue una “bala” copera. Explotando
la velocidad de las bandas, con Benítez manejando en tres cuartos de
campo, sorprendió al local y le metió tres que servirán para un virtual
desempate por diferencia de gol. Dos
gracias al máximo artillero que tuvo el Rojo en este campeonato,
Emiliano Rigoni, quién demostró otra vez su contundencia frente a los
tres palos y fue figura. El otro pilar del triunfo, Barco,
participó en los dos goles. Asistencia en el primero, tiro de media
distancia en el segundo que golpeó el travesaño.
Si hicieran un video acerca de cómo contragolpear, debería estar filmado el partido de hoy. Asentado
en el quite de los medios centros, Nery Domínguez y “Torito” Rodríguez,
los ataques del Rojo provinieron de la recuperación de ambos “5” y el
estallido de los volantes ofensivos. Albertengo nuevamente aportó
fútbol, corrió por todo el frente de ataque y convirtió. Pulgar arriba
para “El Flaco” que necesita recuperarse para ser clave en el semestre
que viene. Tanto Bustos como Tagliafico, precisos hasta para dar
pases-gol (que luego dilapidaron) en el primer tiempo.
Los
últimos instantes estuvieron de más. Fueron baile. Unión, con un
jugador lesionado, sin cambios, no buscó el descuento, el Rojo se floreó
y pudo haber marcado alguno más. Queda un escollo, el martes, en un
mano a mano frente a un gran equipo como Lanús, con nuestros vecinos y
San Lorenzo expectantes. Preocupa el estado físico de nuestros
jugadores. Final abierto. Ojalá terminemos brindando…
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