Pedíamos
contundencia, la tuvimos. Independiente jugó de manera impecable en una
cancha complicada, goleó y cambió el panorama. Primera victoria del
año.
Partido perfecto del Rojo. Porque
tuvo la precisión necesaria que reclamábamos después del martes. Bailó a
un rival que había complicado a varios equipos grandes en su cancha. Y
además terminó con la valla invicta.
Rigoni fue otra vez el mejor. Es
un punto a favor del DT. Con Milito el ex Belgrano había bajado su
rendimiento. Hoy aportó otra vez velocidad por la banda derecha,
desborde, ritmo, anotó dos veces y dio una asistencia. Los
otros destacados de la jornada fueron Barco, quién volvió a rendir en
el costado izquierdo (a veces excede en la jugada personal, cuestión a
corregir) y Erviti. Éste último aportó la pausa, generó la
asistencia que derivó en el primer gol de Rigoni, además realizó parte
del trabajo sucio en la mitad del campo.
No
podemos dejar de mencionar a Franco, que se afirma cada vez más en
defensa. Hoy fue su primera prueba como visitante, respondió con creces.
Otro que aumenta su nivel en cada fecha es Bustos. El pibe tuvo
dinámica, fue correcto en la marca y lastimó en ataque. Va ganando con
fundamentos la titularidad.
Quizás
faltó en algunos pasajes más posesión de pelota, Nery Domínguez y Meza
por momentos no aparecieron. También faltó el gol de Gigliotti. Pero el
resultado final deja sin justificación cualquier crítica.
Las pelotas que no entraron al arco en los cotejos anteriores, ingresaron hoy. El patrón no fue el local sino el Diablo, y de goles. Un
resultado necesitado (hacía cuatro partidos que no ganábamos) y más de
la manera en la que se hizo. Holan trabajará la semana tranquilo: tuvo
su primer triunfo no lo cuestionaremos. Esperemos seguir así. Este es el
camino. Un equipo como quiere el técnico y deseamos todos: dinámico y
agresivo.
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