El Kun volverá a ser titular esta noche contra Chile con un doble
objetivo: conseguir los tres puntos para quedar en puestos de
clasificación directa a Rusia, y lucirse con una buena actuación
personal.
Para explicar el vínculo entre Sergio Agüero y la Selección alcanza con mirar las imágenes del gol de tiro libre de Lionel Messi contra Colombia. La Pulga la colgó de un ángulo y la cámara enfocó a Edgardo Bauza,
quien aplaudía con una sonrisa, como si estuviese esperando el acto de
magia. Detrás suyo estaba el Kun. Suplente en San Juan, se eyectó del
banco y gritó furioso. Se desató un nudo de la garganta.Agüero perdió terreno en el combinado nacional. Más allá de hilar varias
actuaciones apáticas, otros futbolistas le quitaron lugar. Gonzalo Higuaín y Paulo Dybala se entienden como dos amigos de toda la vida en Juventus, y el Patón —lógico— quiere recrear esa sociedad en Argentina. Lucas Pratto
es el pleno del entrenador y está delante en la consideración del
entrenador para ser el punta del equipo. La lesión del cordobés le
permitirá volver a juntarse esta noche con los "Cuatro fantásticos"
—Messi, Higuaín y Ángel Di María—, como una banda vieja que se reúne
para volver a tocar después de varios años. De ellos dependerá conseguir
los tres puntos en el trascendental partido contra Chile."Agüero va a ser el primer convocado", lo sostuvo Bauza en la previa de las convocatorias para los choques ante Brasil y Colombia.
El vínculo del surgido en Independiente con los hinchas es una copa
astillada. Los seguidores se agotaron de ver a un delantero capaz de
determinar el resultado de un encuentro en el Manchester City y
de encontrarse con su némesis cuando viste la camiseta argentina.
Ahora, en cambio, luce una versión más liviana en Inglaterra. Pep Guardiola elige a Gabriel Jesús, el brasileño que lo encandiló con un puñado de actuaciones.La sociedad con Messi será clave frente a Chile. Son amigos íntimos. Se quieren y se valoran futbolísticamente: "Es uno de los mejores delanteros del mundo, puede decidir un partido",
dijo de él la Pulga tiempo atrás. La química que vibra afuera del campo
de juego no se reproduce con la pelota. Agüero no convierte con la
camiseta argentina desde la Copa América Centenario, en la goleada 5-0
contra una frágil Panamá. Hoy será el partenaire del zurdo, la primera referencia cada vez que el rosarino levante la mirada.Tapado de críticas, consciente de la deuda personal que tiene con el seleccionado, Agüero ama venir a jugar: "Aunque a mí me digan que soy un perro, o que soy horrible, nadie me va a quitar la ilusión de querer ganar algo",
manifestó en una de sus últimas entrevistas, antes del silencio
sepulcral del plantel. Gritar un gol, ayudar a conseguir una victoria
que descargue tensiones en el predio de Ezeiza, es la mejor forma de romper el sigilo.
Diario Popular
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