Sangre Roja

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Alberto Eirin, Fabio Candelabro, Daniel Martinez y Litto Giovetti

martes, 7 de febrero de 2017

La revolución Holan: ¿qué cambió en Independiente?

El nuevo entrenador del Rojo lleva más de un mes en su cargo y no le tembló el pulso para implementar varios cambios. Se rodeó con gente de confianza y descartó a varios referentes del plantel. 

"Con los jugadores que Independiente tiene, limpiando a un par, con un proceso de entrenamiento estricto, intentaremos transformar al murmullo en aliento". Ariel Holan lo decía abiertamente. Era en un audio de Whatsapp, pero dejaba expuesto algo: el técnico que quería conducir al Rojo, al club que alienta desde que tiene cuatro años, creía que debía hacer algunos cambios. Y esos cambios podían ser tanto adentro de la cancha como afuera del plantel.
Holan llegó al club el 5 de enero con un atípico cuerpo técnico de doce personas. Un grupo de trabajo pero de confianza. Incorporó lo clásico —preparadores físicos, entrenador de arqueros, ayudante de campo— y tocó algunas áreas del club que habitualmente son inaccesibles: sumó un utilero, un médico, dos encargados de monitorear los GPS, un analista de video, y hasta un jefe de prensa exclusivo para el cuerpo técnico.
Apenas arrancó los entrenamientos, zarandeó al plantel. Habló con Hernán Pellerano y Jorge Ortíz y les dijo, cara a cara, que no los iba a tener en cuenta en su proceso. Le señaló a Diego Rodríguez que iba a correr de atrás y que, si quería, tenía las puertas abiertas para irse del club. Lo mismo corría para Martín Benítez. Cuando Víctor Cuesta expresó, al segundo día de pretemporada, que era un buen momento para irse de Independiente, le respondió como un genio de la botella, cumpliéndole el deseo: lo desafectó de la convocatoria del clásico ante Racing y no le puso trabas a su salida. Ahora, con el libro de pases en Europa cerrado y sin haber concretado ninguna transferencia, volvería a contar con el marcador central.
El técnico copó Villa Domínico con sus convicciones. Holan está convencido de algo: que Independiente necesita sacudir estructuras obsoletas para rejuvenecer. La modernidad —la tecnología— también se implementa en los trabajos de campo. Los futbolistas usan chalecos con GPS para medir sus rendimientos físicos, un drone sobrevuela la cancha para estudiar en vivo los movimientos tácticos que el entrenador puede ver en una pantalla colocada sobre carro de golf que él mismo mandó a diseñar, y varias cámaras filman los trabajos desde columnas más altas al costado de la cancha para tener distintas perspectivas. La tecnología, aplicada al fútbol, es una herramienta para achicar el margen de error. Holan la exprime. "La tecnología te permite ultimar detalles", dijo Cuesta.
Holan no deja cabos sueltos. No quiere infiltrados en el vestuario. No quiere jugadores desganados, que no elijan estar en el club, que no lo sientan. Es el coordinador de un grupo de trabajo abocado a una sola tarea: sacar a Independiente de la confusión y transformar al murmullo en aliento.

Diario Popular

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