Sugiero que antes de leer la siguiente nota, se repasen previamente algunos conceptos sobre lo que decíamos allá por los
primeros días de abril de este año.
Mucha agua corrió bajo el puente, pero al final el día tan ansiado llegó y se presentaron formalmente las obras ejecutadas
hasta acá. Personalmente NO COINCIDO DESDE LO CONCEPTUAL CON EL USO DE LOS TERMINOS FINALIZACION ó CULMINACION DE LA OBRA, PERO MUCHO MENOS CON UTILIZAR UNA VEZ MAS (LA CUARTA) UNA PARTE DEL TRABAJO PARA OTRA INAUGURACION. Y no es un mero capricho dialéctico o por una cuestión semántica. La realidad indica que las obras del Libertadores de América lejos están de concluir. A NUESTRA CASA LE FALTA. MUCHO (Desde ya sin considerar el techado por ser una etapa prevista para 2017).
Con este criterio aplicado hoy ¿Deberemos pensar que de aquí en adelante se harán nuevas “inauguraciones” por cada tramo
que se finalice?
Los cortes de cintas suelen ser algo muy seductor para muchos…
Pero lamentablemente -o por suerte, vaya uno a saber- ya estamos curados en salud y hasta podemos dejar pasar por alto el
exaltado guión del maestro de ceremonias de este fin de semana.
No obstante cada uno dijo su verdad hasta aquí.
Una vez más, y ahora en forma definitiva, podemos comprobar que nada de lo que quedó en evidencia no era previsible si tan
solo se recurría a la cronología y al historial de la obra desde marzo 2015 hasta hoy.
Demasiadas
dudas (algunas aceptables por el lógico desconocimiento generado por
una realidad manipulada y otras no tanto,
por mal intencionadas) se plantearon sobre la rigurosidad profesional
de estos análisis e informes a lo largo de más de dos años.
Demasiados comentarios se hicieron, en forma jocosa o hasta irrespetuosa inclusive, sobre algunas notas puntuales.
¿Esto contribuyó en algo a resolver los conocidos problemas constructivos preexistentes que iban siendo dejados de lado (a
veces hasta negados) o a acelerar los plazos para la finalización?
No. Las cosas se dieron tal cual se previeron en aquel momento, entonces fue más sencillo “apuntar al mensajero”.
¿Cambiaría en algo mi reconocimiento al enorme esfuerzo hecho por la dirigencia actual?
No. La diferencia es que personalmente nunca le “apuntaría al mensajero”.
Demasiadas fueron las veces que intencionalmente se trató de desviar el foco principal (los avances de la obra en sí mismos)
hacia otras cuestiones que nada aportaban al nudo de la cuestión.
De nuevo rápidamente se le “apuntó al mensajero” intentando mezclar ahora a la política. Insólito.
No vale la pena a esta altura puntualizar en nada especialmente. Sería repetir lo dicho desde siempre, con la diferencia
que hoy por fin aparece en la superficie.
Y porque una vez más el tiempo, único juez que todo pone en su preciso lugar, se encarga de presentarnos la realidad tal cual
es.
Insisto: Nada tengo para reclamar o criticar si el objetivo no se pudo cumplir.
De la nota del 6 de abril pasado, vamos a resaltar expresamente este párrafo, para contextualizar los interrogantes planteados
en ese momento:
Sabemos que algunos hasta dieron fecha de inauguración
del estadio terminado para el 20 de diciembre de este año. Entonces cabe preguntarse:
¿Qué se considera en este momento “llegar a terminar el estadio”?
Tal vez sea poder llegar a ocupar el 100% de las 48.000 ubicaciones disponibles finales prometidas. Pero esto no implica de por sí terminar completamente la obra.
¿Qué se considera en este momento “llegar a terminar el estadio”?
Tal vez sea poder llegar a ocupar el 100% de las 48.000 ubicaciones disponibles finales prometidas. Pero esto no implica de por sí terminar completamente la obra.
No
se pudo alcanzar siquiera la habilitación los 48.000 lugares finales
prometidos hace ocho meses. Y no porque no estuviesen
preparados en sí mismos, sino por la falta de gran parte de la
infraestructura complementaria y que no aparece ante la vista de quien
concurre a estadio.
Más adelante también pondremos
bajo la lupa la calidad delos acabados finales. Veremos cómo influye sobre ellos el apuro “por llegar”.
Por
suerte estos últimos días aquellos que por vivirlo desde adentro
pudieron comprobar lo que fuimos anticipando y comenzaron
a advertir que se prestase atención a estas cosas. No todo era tal como
nos las querían presentar en las notas radiales y televisivas o sobre
las imágenes fotográficas “exclusivas” y “con derechos reservados”.
Los felicito por su valentía y les agradezco el compromiso con la verdad.
Hoy no quedan misterios por develar, ya no hay inconvenientes en reproducir imágenes para ilustrar un concepto, ya nadie
puede alegar exclusividades…
Punto a favor para las autoridades del Club que supieron corregir este despropósito a tiempo.
Dijimos
hace menos de un mes que no era yo quién para juzgar a aquellos que en
su buena fe podían llegar a creer que la obra
finalizaría el 17 de diciembre. Porque las más de las veces la
información “exclusiva” ha sido tan intencionalmente direccionada que
prestaba a confusión.
Con
exacto sentido de la ubicación pudimos escuchar hace pocos días al Arq.
Fernández Dorado decir que esta fecha era sólo
un “faro puesto como referencia” (sic). Pues bien, queda totalmente
claro que “ESE” FARO NO ERA EL FINAL DE UN CAMINO, SOLO MARCABA UNA
DIRECCION.
Espero que hoy definitivamente esto haya quedado comprendido y asumido por todos. Los que tuvieron buena fe y los “otros”.
Y
que por fin se entienda que todo lo dicho ha sido desde lo técnico,
basado en un trabajo hecho hace ya cuatro años y desde
la experiencia de una extensa trayectoria profesional, exponiendo desde
siempre mi nombre y número de matrícula. Que nadie vea entonces
segundas intenciones, sólo imaginadas por unos pocos, que no se
condicen con la realidad. Vaya esto para quienes que,“tocando
de oído”, intentaron acomodar el discurso tratando de explicar lo que
cualquiera podía apreciar simplemente aplicando el sentido común.
Una
obra de estas características y de esta envergadura está llena de
situaciones inmanejables que hacen imposible fijar
plazos estrictos. A los directivos del Club (con respeto), y también a
los “opinólogos de ocasión”, me permito sugerirles que dejen esos temas
tan sensibles al socio en manos de los profesionales que manejan los
cronogramas de obra y los imponderables que
se presentan. Si bien con ellos más de una vez hemos tenido fuertes
diferencias en las opiniones debo reconocerlos como los únicos que
entienden esta problemática, simplemente por estar en el día a día. Y
sobre todo son los que soportan una presión innecesaria
que a veces lleva a cometer errores involuntarios.
No es intención en esta nota ahondar en detalles finos. Ya habrá tiempo para ello.
Sólo
a modo de ejemplo diremos que en el apuro, estos últimos días se echó
demasiada mano a la llamada Construcción en Seco,
con placas de yeso (sistema Durlock o similar) en lugares poco
aconsejables pues, por la debilidad propia del sistema, éste no está
preparado parael trato intensivo típico de un estadio de fútbol donde se
requieren soluciones duraderas y de bajo mantenimiento.
Finalmente DESDE MI OPINION sugiero que es momento de enfocar de otra manera la etapa final:
- No es lógico estar haciendo y rehaciendo
(o reparando) permanentemente.
- No es lógico auto presionarse o presionar
a quienes están en el desarrollo diario con plazos casi imposibles de cumplir.
Lo importante siempre es y será el objetivo.
Todos los socios estaremos apoyando y sosteniendo
este sueño.
Por último, veremos algunas imágenes del estado
actual del nuevo sector presentado sin hacer comentario alguno.
Hasta el año próximo. Felices fiestas.
Perdón, casi se me pasa por alto: Los fantasmas no existen.
Claudio
D. Pezzi
Arquitecto
Mat.
C.A.P.B.A. 5969
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