Había quedado malherido el equipo después de Racing, el equipo y nosotros.
La pasada semana no fue fácil para ninguno de nosotros, heridas difíciles
por no decir imposibles de cicatrizar.
“De cada amor que tuve tengo heridas,
heridas que no cierran y sangran todavía,
error de haber querido ciegamente
perdido en el torrente de burlas y mentiras”
heridas que no cierran y sangran todavía,
error de haber querido ciegamente
perdido en el torrente de burlas y mentiras”
Julio Sosa
Hablo por ejemplo de la relación de Milito con los jugadores, porque una
cosa es lo que el DT declara en la semana, prefirió el silencio los primeros
días, y otro el discurso para adentro, la crítica que se debió haber hecho a
puertas cerradas, la del planteo y la de los rendimientos individuales.
También como quedaba la reciprocidad de los directivos con Milito y con
algunos jugadores. Parte de los popes parece bancar a Gaby, sin embargo desde
México en la semana algunos diarios de ese país daban cuenta de contactos de
alguien ligado al Rojo con Matías Almeyda, que ya había sido contactado
temporadas atrás pero que luego fueron desmentidos desde Mitre 470.
Y por último la que nos toca a todos, la relación del público que en
general por lo que uno habla le apuntaba en primer lugar a algunos
jugadores, y no así con Gaby con el que
parece no se tuviera en cuenta, no se evalúa si es o no capaz de desempeñar el
cargo, y se los mira con cierta indulgencia por su pasado como jugador y su
cariño hacia la divisa Roja como si eso fuera suficiente. Y en último lugar la
relación de la gente con la dirigencia, que es criticada por algunos por la
conducción centralizada en dos personas que a veces actúan con tozudez y que no
se acercan a escuchar a otros que más saben del tema fútbol, pero que
justifican su accionar en el hecho de que han mejorado a la institución en
otros rubros, argumento que no está en discusión pero que si el fracaso
deportivo persiste en algún momento va a caducar.
Entonces y reiterando, de todas estas relaciones la que parecería estar
intacta es la de Miito con la gente, más luego del partido con River, tuvo el
apoyo casi unánime de los concurrentes al LDA dejándonos a algunos la duda de
si fue o no espontáneo, no así los jugadores que fueron recibidos a huevazos
(¿Cómo ingresaron con el estricto cacheo del fuimos objeto?) y al final y luego
del triunfo mezclaron algunos aplausos con muchos silbidos, dando creo un
veredicto de a quienes han hecho responsables de la debacle contra la Academia
Cambió Milito contra los de Nuñez, entendió o le hicieron entender que su táctica no tenía los
intérpretes adecuados y pasó a un clásico 4-4-2 que parece adaptarse mejor a
este momento del equipo.
Parece entonces que este modesto triunfo del domingo le dará el oxígeno
suficiente por lo menos para llegar a fin de año, y si los resultados medianamente
lo acompañan en estos dos partidos que quedan, seguir en la segunda mitad del
torneo, la incorporación de dos nombres que cambien la ecuación y una nueva
pretemporada quizás haga que las heridas de aquel domingo en el Cilindro,
parafraseando a Julio Sosa en “Tarde”: aunque aún no cierren, aunque sangren
todavía vayan quedando en el olvido.
Dr. Liberto Giovetti
Sangre Roja
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