Sangre Roja

Sangre Roja
Alberto Eirin, Fabio Candelabro, Daniel Martinez y Litto Giovetti

miércoles, 7 de diciembre de 2016

"Heridas que no cierran y sangran todavía"



Había quedado malherido el equipo después de Racing, el equipo y nosotros. La pasada semana no fue fácil para ninguno de nosotros, heridas difíciles por no decir imposibles de cicatrizar.



“De cada amor que tuve tengo heridas,
heridas que no cierran y sangran todavía,
error de haber querido ciegamente
perdido en el torrente de burlas y mentiras”

                    Julio Sosa



Hablo por ejemplo de la relación de Milito con los jugadores, porque una cosa es lo que el DT declara en la semana, prefirió el silencio los primeros días, y otro el discurso para adentro, la crítica que se debió haber hecho a puertas cerradas, la del planteo y la de los rendimientos individuales.

También como quedaba la reciprocidad de los directivos con Milito y con algunos jugadores. Parte de los popes parece bancar a Gaby, sin embargo desde México en la semana algunos diarios de ese país daban cuenta de contactos de alguien ligado al Rojo con Matías Almeyda, que ya había sido contactado temporadas atrás pero que luego fueron desmentidos desde Mitre 470.

Y por último la que nos toca a todos, la relación del público que en general por lo que uno habla le apuntaba en primer lugar a algunos jugadores,  y no así con Gaby con el que parece no se tuviera en cuenta, no se evalúa si es o no capaz de desempeñar el cargo, y se los mira con cierta indulgencia por su pasado como jugador y su cariño hacia la divisa Roja como si eso fuera suficiente. Y en último lugar la relación de la gente con la dirigencia, que es criticada por algunos por la conducción centralizada en dos personas que a veces actúan con tozudez y que no se acercan a escuchar a otros que más saben del tema fútbol, pero que justifican su accionar en el hecho de que han mejorado a la institución en otros rubros, argumento que no está en discusión pero que si el fracaso deportivo persiste en algún momento va a caducar.

Entonces y reiterando, de todas estas relaciones la que parecería estar intacta es la de Miito con la gente, más luego del partido con River, tuvo el apoyo casi unánime de los concurrentes al LDA dejándonos a algunos la duda de si fue o no espontáneo, no así los jugadores que fueron recibidos a huevazos (¿Cómo ingresaron con el estricto cacheo del fuimos objeto?) y al final y luego del triunfo mezclaron algunos aplausos con muchos silbidos, dando creo un veredicto de a quienes han hecho responsables de la debacle contra la Academia

Cambió Milito contra los de Nuñez, entendió o le hicieron entender que su táctica no tenía los intérpretes adecuados y pasó a un clásico 4-4-2 que parece adaptarse mejor a este momento del equipo.

Parece entonces que este modesto triunfo del domingo le dará el oxígeno suficiente por lo menos para llegar a fin de año, y si los resultados medianamente lo acompañan en estos dos partidos que quedan, seguir en la segunda mitad del torneo, la incorporación de dos nombres que cambien la ecuación y una nueva pretemporada quizás haga que las heridas de aquel domingo en el Cilindro, parafraseando a Julio Sosa en “Tarde”: aunque aún no cierren, aunque sangren todavía vayan quedando en el olvido.

                                                  Dr. Liberto Giovetti
                                                     Sangre Roja


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