Sangre Roja

Sangre Roja
Alberto Eirin, Fabio Candelabro, Daniel Martinez y Litto Giovetti

miércoles, 2 de octubre de 2019

La metamorfosis del hincha de Independiente


Siempre se puede estar peor dicen algunos y esto parecería corroborarse después de haber jugado en Quilmes, porque pensábamos que lo peor había sido con Lanús, con Patronato o con los Tucumanos, pero no, este Independiente no termina de sorprendernos para mal.



Al final del partido con Defensa hubo muchos silbidos e increíblemente algunos aplausos, yo me preguntaba quienes aplaudieron y tratando de ser benévolo pensé en esos pibes que ahora van a la cancha y que tienen entre 14 y 18 años o quizás un poco más…¿que vieron de Independiente desde que van a la cancha y tienen uso de razón?, ¿tienen lo que algunos viejos como nosotros les podemos narrar del pasado, de cuando éramos como ellos y que ellos ven seguramente como algo mitológico y lejano?.  ¿acaso nosotros necesitamos que alguien nos contará las azañas de Érico o de Seoane para ir más lejos, para tener el gusto por el fútbol que tenemos?, a mí por lo menos nadie me conto ninguna historia de niño, mi Viejo era hincha de otro equipo, me hice de Independiente por su presente de aquel momento –década del 60- no por herencia.
Por eso digo que quizás sea más meritorio ahora hacerse de Rojo con esta actualidad. Cada generación forma su propia base, su propia historia, y en la de estos nuevos hinchas de Independiente solo aparecen como hitos históricos aquel partido decisivo en La Plata con Huracán por el ascenso y la final en el Maracaná de la era Holan. Parece demasiado poco para exigir y quizás debemos reflexionar un poco en cuanto primero a la comprensión, y luego a tratar de modificar presente y futuro, claro, parece una utopía sobre todo para todos aquellos que únicamente disponemos de la palabra para hacerlo
El fútbol siempre da revancha dicen y eso llegó el domingo por la noche, el equipo pareció otro, se jugó bien, quizás el mejor partido de la era Beccacece, Independiente lleva diez partidos invicto en Avellaneda con ocho triunfos y dos empates, la major racha desde 2017, la presencia en el terreno de juego de Pablo Pérez fue fundamental. Incomprensible lo del público otra vez, al menos para mí. Se silbó al equipo jugando mal el jueves pero llevándose el resultado, y el domingo eran todos aplausos por la forma de jugar hasta que llegó el empate de Talleres y vuelta a los silbidos que cinco minutos más tarde vuelven a convertirse en aplausos no de todos, porque muchos se quedaron con ganas de insultar a técnico y y jugadores con el gol de Figal al que muchos todavía cuestionan. Inentendible para mí lo de la gente que denota hartazgo seguramente por un lado y la aparición como decíamos al comienzo de esta nueva generación de hinchas a la que debemos respetar y tolerar porque en definitiva son tan de Independiente como nosotros los que estamos de vuelta por haberlo visto todo, tres clases de hinchas entonces, los que lo vimos todo, los que aplauden cualquier cosa y los que putean indiscriminadamente porque en realidad no saben ni lo que quieren todo producto de frustraciones por tantos años de malaria.

                                                                          Dr. Liberto Giovetti
                                                                              Sangre Roja

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