A veces es bueno analizar las cosas con la mente un poco más fría, con
el paso de los días se fueron acallando todas esas imágenes que perduraron en
nuestras cabezas después del partido en Porto Alegre. El concepto, el
sentimiento del hincha de misión cumplida me parece fue prácticamente unánime.
Y quiero detenerme acá, en eso
que sentimos los del Rojo por las Copas, esas que despiertan envidias y odios
ajenos. Y se me ocurre plantear si es sólo el número de las mismas que ha
obtenido cada equipo el que va a determinar históricamente quien va a estar por
encima de quien en la estadística o la jerarquía de cada una de las obtenidas.
Y en este punto se me ocurre trazar cual es la Copa
por excelencia y lo primero que me viene a la cabeza es la que más queremos
ganar que es la Libertadores. ¿Puede esta última compararse con alguna de las
otras siendo como es una competición para los Campeones de cada país
acompañados por los mejores de los mismos?
Parecería que esta condición de por sí sola opaca a
todas las demás. Entonces ¿Puede sumar una la Nicolaz Leoz, la Master, o
aquellas que otros ganaron luego de clasificar “por invitación” o quizás y aunque
nos toque de cerca la Suruga Bank igual que la amada Libertadores?
Me parece es un tema a revisar, ya que si es por
número, y si sólo se quiere sumar a los equipos les conviene más ganar la Copa
Sudamericana que automáticamente clasifica a otras tres y entrega la
posibilidad de abultar la cantidad.
Pero sigamos con lo que pasó la semana anterior, la
experiencia con el VAR al menos en esta etapa no ha sido demasiado grata para
nosotros. Deberá implementarse de otra manera quizás una vez por partido por
pedido de los capitanes y no de un par de idiotas que observan el partido desde
arriba influidos quien sabe por que intereses, es decir algo más parecido a lo
que sucede en el tenis.
Pero bueno, había que hacer borrón y cuenta nueva y
llegó el partido con Banfield, me preocupaba que iba a pasar en la relación del
público con Martín Benítez, si iba a sufrir el arrastre de efecto "Ruso
Rodriguez", por suerte primó la cordura y no fue así, la ovación hacia
Martín conmovió, sobre todo a quienes siempre lo defendimos.
Y el otro hecho que sorprendió el domingo fueron los
insultos en el entretiempo hacia el Presidente Mauricio Macri, fue unánime
desde los cuatro costados, hecho que se repitió en otros estadios y la pregunta
que uno se hace es si esta manifestación sólo está vinculada al fútbol o lo
trasciende y se relaciona con la política nacional. A la finalización del encuentro
Hugo Moyano declaró que no estaba de acuerdo con los insultos. Me vino a la
memoria aquel partido cuando el Rojo hacía de local en el Cilindro en el que
duramente se lo insultó a Julio Grondona, lo que vino después es historia por
demás conocida. Guillermo Marconi presidente del Sadra consultó a AFA para
saber si los árbitros deberían suspender el encuentro cuando esto ocurra cosa
que rápidamente fue desestimada por el Presidente de AFA Tapia. Así fue el
domingo, con la ovación a Martín y los insultos a Mauricio.
Es la víspera del debut, se viene La Libertadores,
Independiente está en Venezuela, un
nuevo capítulo de la historia Roja nos espera.
Dr. Liberto Giovetti
Sangre Roja
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