Sangre Roja

Sangre Roja
Alberto Eirin, Fabio Candelabro, Daniel Martinez y Litto Giovetti

miércoles, 5 de abril de 2017

Ni al arcoíris por Federico Giovetti

A Independiente le resultó imposible convertir un gol y quedó complicado para la vuelta. En Lima deberá hacer uno y no perder. Tuvo varias ocasiones claras, inclusive un penal a favor pero no acertó.

Sólo al director técnico nuestro se le ocurre que Gigliotti sea el encargado de los penales, tras los antecedentes, la carga, el estigma que tiene desde la Sudamericana 2014. El delantero no pudo arrojar la mochila pesada que tiene ya que volvió a errar y tuvo un partido para el olvido. Sin peso en el área, no aguantó la pelota en los momentos necesarios, tampoco ganó de cabeza. No pateó más al arco luego de la incidencia y fue reemplazado en el complemento. Los delanteros que ingresaron (Albertengo y Benítez), si bien tampoco convirtieron, crearon peligro, generaron las más claras.

Ante un rival que en el segundo tiempo prácticamente no pasó la mitad de la cancha, el Diablo controló el balón. No pasó mayores sofocones, fue firme en defensa (Franco y Figal respondieron bien) y manejó el mediocampo con Nery Domínguez pero faltó el último toque en la delantera. No es un detalle menor. Vimos poco de Blanco, aunque Rigoni y Barco lastimaron por las bandas (al último le cometieron el penal). Erviti mermó su rendimiento con el correr de los minutos, como si la edad pasase factura.  

Independiente tuvo un gran déficit en los tres partidos del año que jugó: la definición. Generó situaciones pero no logró convertir. Como decimos en la jerga futbolera, no le hace un gol ni al arcoíris. La revancha será el 31 de mayo, aún falta, pero sin goles, no habrá triunfos ni alegrías por el campeonato y la clasificación en la copa quedará lejos. En la tierra de un goleador Rojo como Percy Rojas, esperemos que aparezcan…

Foto: Olé

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