Evidentemente va a haber que adaptarse a
esta nueva manera de ver fútbol, que es la implementación del dichoso VAR, por
ahora no habilitado en nuestro fútbol doméstico, sí en la Copa Libertadores
aunque con vistas a la próxima Copa de América a nivel selecciones estimo que
no está lejos su desembarco en el torneo doméstico
Y dejando de lado lo que se ha discutido
durante este año después de aquella fatídica patada de Pinola a Benitez y todo
lo ocurrido a posteriori incluído un gol anulado la pasada semana a Flamengo
por una posición adelantada de un centímetro y lo sucedido también en el
clásico por la Copa, y teniendo en cuenta como se utiliza este método en Europa
cuando la cuestión a dirimir se resuelve en segundos, a diferencía de por estas
latitudes donde se pierde una inusitada cantidad de tiempo en debates entre el
árbitro y vaya a saber quién a fin de ddirimir si fue o no infracción tal o
cual jugada.
Entonces creo que no podemos afirmar que el
dichoso VAR es una solución tecnológica como sí podría ser el Ojo de halcón que
se utiliza en el tenis donde no quedan dudas si la pelota está dentro o fuera
porque el sistema así lo permite, en el fútbol no, cada imagen polémica es
motivo de serios debates durante largos minutos, influídos seguramente por la
camiseta que tengan puesta los encargados de dirimir. Incluso después del fallo
definitivo la polémica sigue en la tribuna, en casa y durante la semana, habrá
que mejorar esto para evitar que se sigan suscitando suspicacias por las a
veces irrisorias determinaciones que se toman.
Pero el Rojo por ahora no va a ver en sus
partidos la implementación del VAR. Se le venía Vélez a Independiente, un lindo
estadio para ir el José Amalfitani, pero no, el mismo debe permanecer el 70 por
ciento vacío esta vez por ineptitud de la clase política, incapaz de organizar
un partido en un estadio donde nunca hubo problemas con diez mil visitantes,
porque el Rojo hubiera llenado su cabecera.
Claro, no podemos asegurar que a
Independiente le hubiera ido mejor con el respaldo del público. La cosa es que
finalmente llegó el domingo, y volvimos a la desazón, a quedar lejos, un
fracaso que ya cansa, que ya se vuelve tedioso. Le falta orden a este
Independiente, le falta orden y jerarquía, uno no se explica un montón de
cosas. ¿Que hace Sánchez Miño en el mediocampo o jugando ndede delantero? ¿Se
puede jugar sin nueve? ¿Puede ser Barboza el central de Independiente? ¿Por qué
no se arriesga con Roa de entrada? Y la última: ¿Está Beccacece en condiciones
de ser el DT de Independiente? Y sobre esta última hagamos también un mes
culpa, porque fuimos muchos los que viendo a Defensa y Justicia el pasado
torneo pensamos que era el hombre indicado.
El torneo local parece perdido, una vez más
los de arriba se escapan y parecería imposible alcanzarlos. Sólo queda la Copa
Argentina como posibilidad matemática aunque jugando de esta forma suena a
utopía. ¿Por qué estamos así? ¿Por los jugadores mal elegidos?¿Por el DT? ¿Por
los directivos que manejan el Club a contro remoto? ¿Por todos?
Y por si fuera poco reaparecieron en escena
el mediático Javier Cantero, Bebote y Holan, el primero tratando
infructuosamente de justificar su gestión, los segundos en un frente a frente
por el juicio de extorsión al DT. Y en el fondo del escenario, nosotros, los hinchas
impavidos testigos con nuestra desolación a cuestas. Que todo cambie rapido,
aunque ya sabemos, siempre se puede estar peor.
Dr. Liberto Giovetti
Sangre Roja
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