El deseo de los simpatizantes de Independiente de ver a su equipo campeón de un certamen continental después de siete años llevó a muchos de ellos a Río de Janeiro, donde el miércoles se disputará el encuentro de vuelta de la final de la Copa Sudamericana frente a Flamengo, aun sin entradas para poder acceder al Maracaná.
Ante la presunción de que alrededor de 10.000 simpatizantes podrían arribar a la ciudad y con la sospecha de que esa situación podría derivar en problemas, el Consulado argentino en Río de Janeiro recomendó a los simpatizantes que no emprendan el viaje a esa ciudad si no cuentan de antemano con un ticket para el encuentro.
“Se sugiere a todos los argentinos que viajen a Río de Janeiro con la intención de asistir al partido Independiente-Flamengo, que viajen con las entradas compradas previamente. La compra de entradas por medios no oficiales no es segura”, advirtió la oficina consular, que aclaró que no está en condiciones, al igual que la Embajada argentina, de gestionar localidades o medios alternativos para acceder al Maracaná.
En el texto se remarca también que el Ministerio de Relaciones Exteriores y las distintas representaciones argentinas en Brasil “desalientan fuertemente la asistencia al estadio Maracaná sin entradas ya que ello supone un riesgo a la seguridad personal”.
Para el cotejo del miércoles, que comenzará a las 20.45, Flamengo entregó a Independiente 4.000 entradas (el Maracaná tiene capacidad para 78.838 espectadores) a 900 pesos cada una.
De esas 4.000, el club destinó 2.200 a los paquetes que vendió, que también incluían los vuelos en chárter y traslados en micro. Otros 300 boletos se entregaron como tickets de protocolo a sponsors.
Así, solo 1.500 entradas salieron a la venta el jueves pasado a través del sitio web de la institución solo para socios que tuvieran paga la cuota de noviembre. Los aspirantes debían hacer la reserva a través del sitio y luego pagarlas y retirarlas en la sede de Avenida Mitre.
Sin embargo la gestión fue sumamente desordenada, el sitio web no funcionó correctamente y muchos simpatizantes se quedaron sin si ticket, lo que generó malestar y protestas en la sede.
La dirigencia intentó gestionar con Flamengo la entrega de otros 2.000 boletos, pero los brasileños hasta el momento no han cedido debido a que hay malestar en la conducción del club brasileño por el trato recibido por jugadores e hinchas la semana pasada en el partido de ida.
Diario Clarín
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