Independiente cumplió con el trámite, venció con autoridad a
Nacional en casa y está a cuatro partidos de la gloria. ¿Y Racing? No se animó
a enfrentar al Rey por Copa…
Inteligentísimo el partido del Rojo. Jugó con el resultado de la
ida, regulando, hizo circular la pelota por el mediocampo, siempre con orden, y
cuando vio la oportunidad de pasar al ataque, no dudó. Lastimó a la visita en
dos oportunidades pero tuvo otra vez varias chances de gol. La
segunda anotación fue de paladar negro. Una jugada bárbara, con toques, un taco
y un lujo que Gigliotti se dio el gusto de terminarla. Necesitaba como
agua convertir un gol el “9”.
De los más destacados de la victoria, Martínez y Silva. El “Burrito”
fue la figura. Desniveló siempre por derecha, llegó a la red y participó en el
armado del segundo. El uruguayo tenía la pierna cambiada en el primer tiempo.
Inexplicable que haya jugado por el sector derecho pero en el complemento
apareció como “3” y no paró de atacar. Además, estuvo fino con la zurda y metió
una asistencia. Quién sigue mejorando es Sánchez Miño. Durante todo el ciclo
Holan fue de menor a mayor, y a su buen pie le está agregando traslado. Comenzó
allá por febrero como lateral izquierdo y ahora rinde hasta de mediocampista.
Meza es otro que con el correr de los partidos está cada vez mejor. Juega y
hace jugar al resto de sus compañeros.
Independiente barrió la serie. Le tiró la camiseta y el peso de la
historia en la cara a Nacional de Paraguay. Lo aplastó. Porque las diferencias
futbolísticas fueron amplias y se vieron reflejadas en el marcador. No
habrá, lamentablemente, clásico de Avellaneda. Los vecinos, timoratos ante la
posibilidad de enfrentar a su padre, quedaron afuera y verán lo que se viene
por televisión. El Rey está cerca. Que jugadores, DT y dirigentes se concentren
en la importancia de lo que viene.
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